Masajear a un bebé tiene muchos beneficios.
Ayuda a relajar al niño, favorece su sueño, fomenta su movilidad y
alimenta una relación sana y un contacto intenso entre padres e hijos.
Las proporciones de este aceite han sido
estudiadas para la piel del bebé a partir de los dos meses, antes no es
aconsejable usar aceites.
Tanto el aceite de almendras dulces como el de
ajonjolí son excelentes para nutrir la piel del bebé, respetando su fragilidad.
El aceite esencial de caléndula evita los problemas de la piel como descamación
o rojeces del pañal, el aceite esencial de lavanda ayuda con problemas como
prurito y ayuda a conciliar el sueño, el aceite esencial de manzanilla es
relajante y calmante.
Composición:
Aceites base de almendras dulces y ajonjolí. Aceites esenciales: caléndula,
lavanda y manzanilla.
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