Aceite de Almendras Dulces

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El aceite de almendras se obtiene del fruto seco de un árbol llamado almendro. Al ser prensado en frío, se obtiene ese elixir que tantos beneficios nos aporta, tanto para la salud como para la estética.

Está compuesto por grasas monoinsaturadas, ácido oleico y ácidos linoleicos (como el Omega 3 y 6). Es rico en vitaminas A, B y E.  El color es casi transparente, con toques amarillos o dorados, su aroma es suave y dulce. Se puede emplear para hacer masajes o para uso externo y, aunque no está recomendado para el consumo, algunas personas lo suelen utilizar en casos de estreñimiento.

El aceite de almendras dulces es un aceite excelente y el preferido por la mayoría de aromaterapeutas y quiromasajistas ya que su textura es suave y ligera, combina muy bien con cualquier aceite esencial y es apto para todo tipo de piel, en especial las delicadas.

Tiene sobre todo aplicaciones cosméticas, de belleza o estéticas, pero también ayuda en algunos problemas en la piel, como son los eccemas o el acné. Muchos productos de belleza lo incluyen entre sus componentes, tanto en cremas como en artículos para el cabello.

En masajes, ayuda a calmar la ansiedad, los nervios y el estrés. Se utiliza por sus cualidades emolientes, es decir, que sirve en casos de afecciones cutáneas del tipo 

inflamatorio leve, como piel seca o herpes. Todo ello se debe a los ácidos grasos que contiene, perfectos para hidratar la piel. Es el aceite preferido por los masajistas debido a su textura y porque su olor es muy suave. También sirve de base para muchas aplicaciones con aceites esenciales.

Reduce el prurito. Protege y suaviza tanto la piel como las mucosas. Se usa también para tratar la psoriasis y la dermatitis, calma el picor cuando hay erupciones cutáneas, disminuye los dolores, ablanda las partes

inflamadas y alivia la irritación

Es excelente para las personas que sufren sequedad en su cabello, porque otorga brillo y suavidad al instante. Evita a su vez la calvicie, debido a su alto contenido en ácidos grasos oleicos. Al contener una buena cantidad de vitamina E, ayuda a mejorar la salud del cuero cabelludo en casos de caspa o dermatitis seborreica.

Permite aumentar el aporte sanguíneo a los vasos de la dermis (al aplicar con movimientos circulares), así mantiene piel en perfectas condiciones, tersa, suave, joven y radiante. Y como si fuera poco, al contener vitamina E, un excelente antioxidante, ayuda a mejorar el aspecto de la piel.

Estrías. Regenera la piel, la deja más humectada y suave. Además, permite reducir notablemente las arrugas del rostro o del cuello, si se aplica de manera temprana, cuando recién se forman las líneas de expresión..

Trata el acné. Cuenta con componentes y nutrientes que mejoran la piel del rostro, hombros, espalda y pecho de manera asombrosa. 

Para las uñas quebradizas: masajearlas cada noche con aceite de almendras. Si lo mezcla con azúcar blanco obtendrá un exfoliante perfecto para las manos.

Para pieles deshidratadas: Introduzca en un recipiente limpio, 3 cucharadas de aceite de almendras dulces, la yema de un huevo y la pulpa de una manzana. Mezcle todos los ingredientes hasta transformarlos en una especie de pasta. Extienda la mezcla obtenida sobre el rostro limpio sin cubrir el contorno de los ojos y de los labios. Deje que esta mascarilla casera para nutrir y cuidar las pieles deshidratadas actúe durante unos 30 minutos. Transcurrido ese tiempo, retire el producto con abundante agua templada y obtendrá como resultado una piel estupenda.

Patas de gallo: colocar 2 o 3 gotitas de aceite de almendras encima del dedo anular y

extender el producto sobre el contorno de los ojos con suaves toques hasta que la piel haya absorbido el aceite por completo. Es importante masajear con el dedo anular, ya que tiene menos fuerza y evita que la fina y delicada piel que rodea los ojos se estropee. Es recomendable antes de dormir, así el aceite de almendras hará efecto durante toda la noche.

Demaquillante: Colocar unas gotas de aceite de almendras sobre una bolita de algodón y pasar por todo el rostro para que el maquillaje salga y el cutis se nutra.

Patas de gallo: colocar 2 o 3 gotitas de aceite de almendras encima del dedo anular y, después, extender el producto sobre el contorno de los ojos con suaves toques hasta que la piel haya absorbido el aceite por completo. Es importante masajear con el dedo anular, ya que tiene menos fuerza y evita que la fina y delicada piel que rodea los ojos se estropee. Es recomendable antes de dormir, así el aceite de almendras hará efecto durante toda la noche.

Aumentar el largo y volumen de las pestañas: Antes de acostarse, coloque unas gotitas de aceite de almendras sobre tus pestañas con la ayuda de los dedos o de un cepillo. Repita esta operación todas las noches y verá como, en unas semanas, sus pestañas se ven mucho más largas y espesas.

Exfoliante: Mezcle azúcar con aceite de almendras dulces hasta formar una pasta homogénea que no resulte demasiado líquida. Extienda el compuesto sobre el rostro limpio realizando suaves masajes circulares y evitando cubrir la zona de los ojos y de los labios, ya que la piel que rodea estas áreas es muy fina y delicada. Pasados unos minutos, aclare con abundante agua templada, séquese la cara con suavidad. Realice este proceso una vez a la semana si tiene la piel mixta o grasa y una vez cada quince días si su cutis es seco o normal.